El fotógrafo canadiense Trevor Pottelberg se especializa en paisajes, vida salvaje y astrofotografía, pero le apasionan especialmente las olas. Al vivir en Ontario, cerca del lago Erie, desafió vientos de hasta 100 kilómetros por hora para tener la oportunidad de capturar el poder y la belleza de las enormes olas que emergen del lago.
“Cuanto más intensa es la tormenta, más emocionado estoy de salir y capturar nuevas obras de arte”, dijo Pottelberg a My Modern Met. “La mayoría de las personas buscan cobertura durante estos tiempos, pero aprovecho la oportunidad de enfrentar estas tormentas de frente”.
A lo largo de diferentes tormentas, Pottelberg pudo capturar las olas en diferentes momentos del día, incluido el atardecer. En tales casos, el cielo anaranjado ardiente proporciona un contraste fascinante con el rocío azul helado. Estas imágenes crean una interesante yuxtaposición con otras fotografías, donde el cielo adquiere un ominoso tono azul profundo.
Si bien Pottelberg reconoce el riesgo de tomar estas fotos, para él vale la pena exponer la belleza de la naturaleza a los demás. “El mayor cumplido para mí”, confiesa, “es cuando la gente ve mi trabajo y me agradece por soportar los elementos para que puedan presenciar la furia de la madre naturaleza desde la seguridad de su propio hogar”.
