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El líder soviético Mijaíl Gorbachev abrazó a Erich Honecker, comunista línea dura y secretario general del Partido Comunista (SED), mientras que miembros del SED aplauden durante el 11º congreso del partido, el 17 de abril de 1986, en Berlín Oriental. El beso fraterno socialista era una forma de saludo entre los estadistas de los países comunistas. Este acto demostró la conexión especial que existía entre los estados socialistas. Este beso consistió en un abrazo, combinado con una serie de tres besos en mejillas alternadas. En casos raros, cuando los dos líderes se consideraban excepcionalmente cercanos, los besos se daban en la boca y no en las mejillas.
Como símbolo de igualdad, fraternidad y solidaridad, el beso fraterno socialista fue la expresión del entusiasmo del emergente movimiento obrero entre mediados y finales del siglo XIX. En los años que siguieron a la Revolución de Octubre ya la subsiguiente Internacional Comunista, una ritualización de la esencia hasta entonces espontánea consiguió un saludo oficial entre los camaradas comunistas. El refuerzo simbólico del sentimiento de camaradería también ha tenido éxito por el hecho de que muchos comunistas y socialistas tienen que hacer viajes largos, arduos y peligrosos para la aislada Rusia bolchevique. De esa forma, el tan experimentado Solidaridad internacional encontró expresión en abrazos y besos tempestuosos.
Con la expansión del comunismo tras la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética no estaba más aislada como el único país comunista. El beso socialista fraterno se ha convertido en un saludo ritualizado entre los líderes de los países comunistas. El saludo también fue adoptado por los líderes socialistas del Tercer Mundo, así como por los líderes de movimientos de liberación alineados al socialismo, como la Organización de Liberación de Palestina y el Congreso Nacional Africano.
Fuente: Rare Historical Photos
