Esta dinámica serie ofrece una visión única de primera mano del período de diversidad cultural que caracterizó la evolución de la ciudad de Nueva York entre la década de 1980 y el cambio de siglo. Un período en que la ciudad experimentó un enorme cambio económico y social. Al fotografiar el espectro de personajes que componen ese período creciente - de modelos a poetas, drag queens a celebridades, hombres de negocios a prostitutas - Ryan Weideman transformó hábilmente su taxi en un estudio altamente funcional. La naturaleza móvil de su situación - el hecho de que él podría sumergirse en la acción, exigió la destreza y la certeza del artista, permitiendo que él capture el espíritu de la época en un estilo fluido.
Produciendo fotografías que no sólo son excepcionales en su contenido, pero también por sus méritos técnicos, Weideman a menudo se incluyó en sus imágenes, manteniendo su control sobre su cámara analógica, décadas antes de la manía del selfie. Al principio de su carrera, las composiciones se concentraron en sus pasajeros animados, pero en 1986, él estaba regularmente yuxtapuesto con sus pasajeros, e incluso con extraños fuera del taxi.
Trabalhando o turno da noite de 5 a 5 horas, o seu táxi xadrez tornou-se o veículo para documentar a rica vida noturna da cidade de Nova York por anos, abrangendo os anos 80, através do hip-hop e o grunge da década de 1990. Dentro dessas imagens, testemunhamos o tempo passando de anos para décadas - e enquanto os passageiros vêm e vão, Weideman continua a ser constante, sempre no banco do motorista.
Marcando a primeira ocasião em mais de uma década que este trabalho foi exibido publicamente, com o livro "In My Taxi", o projeto contém impressões em preto e branco vintage desenvolvidas pelo artista em sua sala escura improvisada no banheiro de seu apartamento.
"Trabalhando nas trágicas/mágicas ruas de Nova York, estou saturado pelo meu ambiente. Misturo dois papéis no meu trabalho, recebo uma dupla dose de realidade. As imagens dos meus passageiros me dão uma visão da cidade - a inteligência, o estilo, a dor e a alienação. E para mim, fotografar traz harmonia ao caos urbano. Essas experiências ajudam a esclarecer meu papel como fotógrafo - e aliviar a solidão que enfrento na frente do meu táxi."
via Monovisions y The American Society of Cinematographers