10 consejos básicos para viajar y fotografiar en Japón
El mundo está repleto de lugares fotogénicos, pero sin duda Japón ocupa un lugar muy destacado en la lista de países a los que muchos fotógrafos sueñan con viajar. ¿Pero cómo huir de las clásicas postales o de las rutas más turísticas en las que todo el mundo acaba cayendo? ¿Cuál es la mejor época del año para ir o qué zonas merecen la pena aunque estén fuera de los circuitos?
Para resolver todas estas preguntas hemos pedido a los fotógrafos Tina Bague y Toro Morimoto -grandes conocedores del país y organizadores de viajes a través de su agencia Akashi Photos– que nos den algunos consejos básicos para viajar y fotografiar Japón.
1. Rutas alternativas
Japón está sufriendo una avalancha de turistas desmesurada. Así que el primer consejo sería buscar rutas alternativas al clásico Tokio-Kioto-Hiroshima-Nara-Takayama. Japón es un país mucho más extenso de lo que la mayoría de gente imagina, y hay un sinfín de rutas alternativas. Aunque un par de días en Tokio y Kioto sean imprescindibles para cualquier que pise el país por primera vez, Shikoku, Kyushu o Tohoku son regiones dignas de ser fotografiadas.
2. Las mejores épocas
A pesar de que suele decirse que la mejor época para visitar el país del sol naciente es durante la floración de los cerezos, hay que subrayar que esa es solo una de las opciones, ya que Japón ofrece espectaculares paisaje casi en cualquier época del año. Por ejemplo, pasar el fin de año en Kioto es una experiencia única. Perderse por Hokkaido en febrero es simplemente impresionante. Fotografiar el verde intenso de los campos de arroz y las plantaciones de te en verano es apasionante. Y como no, perderse por los montes de Tohoku en otoño es encontrarse en el paraíso para los fotógrafos de naturaleza y paisaje.
3. Duración del viaje
No hace falta decir que cuantos más días dure el viaje, mayores serán las oportunidades fotográficas. Partiendo de esta base, creemos que lo mínimo aconsejable para empaparse de Japón son dos semanas. A partir de ahí, cuantos más días uno le pueda añadir al viaje, mejor que mejor. De tres semanas a un mes sería ideal para viajar sin prisas.
4. Compañías aéreas
Actualmente hay una infinidad de combinaciones para llegar a Japón. Sin embargo, desde España, se ha inaugurado recientemente la ruta Madrid-Tokio en vuelo directo. Para los que salgan de Madrid esta es sin duda una buena opción. Si debemos hacer escala en algún sitio, especialmente saliendo desde Barcelona o Madrid, Finnair ofrece también buenas combinaciones no solo con Tokio, sino también con Osaka y Fukuoka.
De hecho, una muy buena idea es llegar por Tokio y salir desde Osaka o Fukuoka, ya que puede suponer un ahorro en tiempo y en desplazamientos. Otras rutas económicas aunque más largas pueden ser viajar con Qatar o con Air China, entre muchas otras opciones.
5. Equipo fotográfico
Visitar Japón a priori no conlleva el uso de cámaras especificas. De hecho hay un montón de gente haciendo fotografías maravillosas con smartphone. Pero si la idea es fotografiar con una cámara con ópticas intercambiables, sí sería recomendable llevar un buen angular para fotografiar en interiores de reducidas dimensiones y un buen teleobjetivo para capturar detalles de la naturaleza o fotografiar personas en festivales donde uno no pueda acercarse demasiado.
También es recomendable llevar una cámara que ofrezca buenas imágenes a altas sensibilidades, ya que en Japón oscurece pronto y hay infinidades de momentos para capturar al atardecer o directamente por la noche.
6. Almacenamiento
Puede parecer algo evidente, pero es mejor tenerlo en cuenta a la hora de hacer el equipaje y pensar en el equipo. ¿Dónde vamos a guardar esas miles de fotos que haremos a lo largo del viaje? Si trabajamos con modelos de alta resolución, eso se traduce en muchos GB que tendrán que acompañarnos, así que incluir un ordenador portátil y algún disco duro para las copias de seguridad es una buena idea para evitar problemas y sustos.
7. Internet
A pesar de ser uno de las países más tecnológicos del mundo, en Japón no en tan fácil encontrar conexiones de Internet públicas y abiertas como cabría esperar. Los hoteles más nuevos sí lo ofrecen en todas las habitaciones, pero en zonas rurales, en alojamientos tradicionales, en trenes y estaciones Internet gratuito no es muy generalizado todavía.
Así que si necesitamos estar conectados para ir compartiendo nuestro viaje o recurrir a Google Maps, lo mejor es comprar una tarjeta sim local con tarifa de datos. Otra opción muy cómoda es alquilar un pequeño modem portátil en el aeropuerto que nos de WiFi y así, además, conservar nuestro número.
8. Idioma
A diferencia de lo que mucha gente pueda pensar, en Japón son muy pocos los que hablan un inglés suficientemente bueno como para comunicarse con agilidad. Sin embargo, esto no resulta un problema para nada en un país donde la educación y la buena predisposición de la gente resuelven cualquier situación. Los signos, unas cuantas palabras de cortesía y una sonrisa serán suficientes para moverse por todo el país.
9. Alojamientos
La variedad de alojamientos que ofrece el país nipón convierte el simple hecho de pernoctar en una actividad emocionante de por sí. Por ejemplo, todo el mundo sabe que si uno viaja a Japón debe pasar una noche en un ryokan, una suerte de hotel rural tradicional. Son además un tema excelente para fotografiar, así que no puede faltar.
De todos modos, sus elevados precios hacen que uno no pueda dormir muchas noches seguidas en ryokans. Una alternativa barata son lo que se conoce como ‘business hotels’. Cadenas de hoteles sencillos, cómodos, limpios, baratos y bien situados, normalmente a poco metros de las estaciones de tren.
Si lo que se busca es un poco de aventura, dormir en un ‘Love hotel’ también tiene su gracia, aunque cuesta encontrarlos tematizados como solía haber en los años 80. La versión japonesa del ‘Bed & Breakfast’ se conoce como ‘minshuku’, y suele haber en cualquier ciudad pequeña o pueblo.
Son casas más o menos grandes que alquilan varias habitaciones y que además son una buena forma de relacionarse con los locales. Y para los más frikis sin claustrofobia, siempre pueden probar un ‘hotel capsula’ con televisión incluida.
10. Comida
Por ultimo la comida. No hay destino mejor en el mundo para comer como un rey todos los días del viaje. Ya sea unos fideos ramen, un poco de sushi o unos takoyaki, Japón ofrece un sinfin de platos locales que enamoraran a todo aquel que disfrute comiendo. Y a muy buen precio, además. Si el presupuesto en comida es elevado, comeréis aun major, claro. Imprescindible probar una comida Kaiseki, ya sea en un ryokan o en un restaurante de Kioto, por ejemplo.
via Photolari