"Permitir que alguien tome su foto implica un grado de confianza que no tengo", dijo la fotógrafa Kate Barry. Usted puede incluso no conocer su nombre, pero aunque ella ya no esté con nosotros, Barry todavía es adorada en el mundo de la moda, la música y el cine. La artista británica fotografió para Vogue, Elle, París Match, Le Figaro Madame y otras editoriales bien establecidas, y su estilo distintivo hizo que sus retratos parecieran llenos de sensualidad y realistas.
Kate Barry creció en una familia rodeada de excentricidad y fama. Ellos pertenecían a una parte de la burguesía socialite de la aristocracia moderna de París, pero ella-a diferencia de aquellos que la rodeaban- se colocó detrás de la cámara y no frente a ella.
"Fue una cosa milagrosa para mí, la imagen apareció casi inmediatamente. Durante mucho tiempo, no me di cuenta de que la fotografía era una profesión, antes era siempre un juego."
La artista contó que para ella la fotografía se trata de capturar lo que otros no ven. "Uno de mis amigos de fotografía siempre habla de 'hacer' una foto que no 'sacar' una - más aplicable a él, pues él usa película y un cuarto oscuro - pero aún así, se trata de sacar lo que ya está allí y crear una gran imagen a partir de eso.
La depresión y el vicio eran comunes en su vida. "Por mucho tiempo, mi cámara era una defensa contra la melancolía que sentía." Desafortunadamente, la depresión acabó consumiendo la fotógrafa, que saltó del balcón de su apartamento parisino en 2013.
Fonte: Bored Panda
